El desafío de ser joven
Ser joven no es un estado físico, tampoco es una etapa, ni siquiera es un condicionamiento cultural o antropológico, tampoco es un rol social. Ser joven no es una posición relativa en función de determinados avances médicos que establecen la edad en que somos lo contrario, viejos.
Ser joven es una condición. Y desde ahí, desde esa definición ontológica que abarca diversos aspectos tanto de la conducta, como del deseo como de la relación con el mundo, en ese contexto, hay una necesidad de ser joven para afrontar lo que depara un mundo pleno de transformaciones, oportunidades y amenazas. Los jóvenes de hoy no son iguales a los jóvenes de ayer, ni son como los que habrá en el futuro, pero comparten un desafío: aprender a aprender lo que necesitan no solo para sobrevivir, sino para ser plenos en una situación existencial que hace regresar a lo más esencial.